Cómo mejorar las descripciones de tu novela

El detalle y la pertinencia de las descripciones de tus novelas son un factor clave para que los lectores se sientan parte de ella gracias a la estimulación de su imaginación. Aun así, es un tema que muchos no saben dominar cuando están empezando a escribir.

A continuación dejaré 4 claves para mejorar las descripciones de tus novelas.

1. La pertinencia

Si bien es cierto que describir es importante, saber cuándo hacerlo lo es todavía más.

Describir hasta la forma de masticar una manzana y cada mínima acción de los personajes puede ser realmente tedioso, por no decir irrelevante. Ahora bien, si tu protagonista está descubriendo un ambiente nuevo, está atravesando una crisis personal, está peleando con otros personajes, entre otros, es muy importante que le muestres al lector lo que está sucediendo.

Saber cuándo es pertinente describir puede ser un desafío.

Creo que la forma más sencilla de saber cuándo hacerlo es preguntándote: ¿esta descripción es relevante para algún aspecto de la trama? No necesariamente la descripción de un sitio, persona, o sentimiento tiene que aportar directamente a la trama principal, pero quizá si influya en cómo climatices y crees el ambiente para los futuros conflictos de tu novela.

No describir lo suficiente puede hacer que tu novela se sienta vacía o que no transmita suficientes emociones. Si estás escribiendo ciencia ficción o fantasía, la falta de descripciones puede afectar cómo tu lector (no) perciba el mundo que quieres que imagine.

2. «No cuentes, muestra»

No le digas a tu lector que la bestia a la que se va a enfrentar tu protagonista da miedo y es peligrosa. Al contrario, muéstrale todos esos rasgos que hacen de la bestia algo de lo que tu protagonista y tu lector deben temer. Lo mismo con los momentos que deben causar expectación y suspenso: no les sintetices a tus lectores, descríbeles la situación.

Ejemplo de contar (lo que no debes hacer en un momento clave de tu novela):

«Leslie, al descubrir que el cuerpo inerte frente a ella era el de su hermano, supo que ella también moriría.»

Ejemplo de mostrar (lo que sí deberías hacer):

«La mirada de Leslie resbaló por un cuerpo que yacía frente a ella cuyas ropas chamuscadas se habían curtido por el barro de aquellos terrenos y el rostro permanecía oculto bajo hojas humedecidas. Con la respiración agitada, se acercó al cuerpo y retiró todo lo que estorbaba en el rostro de aquel hombre para darse cuenta de que aquel cadáver pertenecía a la persona que tanto había amado: su hermano. Con su pulso galopando y amenazando con estallar, Leslie se resbaló, delatando todos los rastros de torpeza frente aquella bestia que había acabado con su único familiar, o al menos con el único que le importaba. Cuando se halló sumida en vértigo y sus latidos resonando en cada parte de su cabeza con fuerza, supo que ya no tenía alternativa y que su destino estaba zanjado.»

Para describir emociones (que a veces puede ser difícil), el mejor ejercicio es encontrar las sensaciones que se produzcan en consecuencia.

Si, por ejemplo, Leslie está enamorada y la persona que ha matado a su hermano es su interés amoroso, los sentimientos reinantes serían dolor y traición.

No obstante, describir un «Leslie se sintió traicionada y dolida al descubrir que Leónidas fue el verdugo de su hermano», es un sinsentido. No transmite nada. Lo ideal es que puedas transmitirle al lector lo que siente Leslie a través de las sensaciones que el dolor puede causar en ella.

Ejemplo:

«La bestia que se encontraba frente a ella, a pocos metros del cuerpo sin vida de su hermano, era Leónidas. Él, que había llenado sus tardes de sonrisas y escapes, ahora se encontraba con las manos bañadas de la sangre de la persona más importante en su vida. Aquel rojo viscoso que salpicaba en todo el cuerpo lánguido de Leónidas, quien, además, no lucía arrepentido de sus actos, le recordaba a Leslie que la vida era efímera y los amores traicioneros. Y aunque su padre se lo había advertido en un sinfín de retahílas, su corazón se desgarraba ante el abrumador desasosiego.
Ya no habría un nuevo rendezvous, ni tardes veraniegas llenas de poemas sobre amores imposibles, mucho menos contaría de nuevo con su hermano para que la abrazara por las noches. Aquella ilusión del pasado se había diluido en el momento en el que la sangre de su hermano impregnó las manos de su amado.»

(No quisiera ser Leslie en estos momentos).

Tu trabajo como escritor, más allá de contar una historia, es hacer que tu lector se transporte a la escena, que se sienta el protagonista y que acompañe a tus personajes con todas las emociones.

3. Utiliza los sentidos

A pesar de que esto es bastante obvio para muchos, utilizar todos los sentidos es una clave fundamental para desarrollar una descripción ideal. Cuando estés describiendo, pregúntate: ¿qué ve mi personaje? ¿Qué puede palpar mi personaje? Si estás describiendo una ambientación caben las preguntas: ¿hay algún sabor u olor específico que llame la atención de mi personaje?

Por último (y muy importante): ¿cómo todos estos elementos hacen sentir a mi personaje?

Sigamos con nuestro ejemplo de Leslie y Leónidas. ¿Cómo describiríamos el desamor y la decepción de Leslie utilizando los sentidos? Así:

«Cuando Leónidas le impidió el paso y sus ensangrentadas manos se apoderaron de los brazos delgados y lastimeros de Leslie, la luz de esperanza se disipó y la realidad cayó sobre sus hombros. El enorme nudo en su garganta se hizo inaguantable y borró cualquier posibilidad de gritar. Cuando aquella mirada avellana se hizo con la de Leslie, cualquier rastro de calor se esfumó para ahogarla en una gélida y sombría penuria que le consumía hasta el tuétano de los huesos y le obligó a titiritar.
Escuchó el viento soplar y hacer eco en los árboles, las hojas secas estrellarse entre sí. Y lo más aterrorizante de todo: un sonido gutural proveniente de la garganta de Leónidas, que en cualquier momento habría confundido con un ronroneo tierno y gatuno, pero que justo ahí parecía un regodeo hambriento y vil.»

4. De mayor a menor

Este consejo ya es algo de preferencia personal y me gusta utilizarlo principalmente cuando describo lugares nuevos.

No hay un orden determinado para describir y varía de acuerdo con el estilo del autor, pero para que resulte más fácil, podemos hacerlo de mayor a menor. ¿Cómo funciona esto? Recreando nuestro objeto a describir desde su punto más general, aquello que es inmediato a los sentidos, y terminando en los aspectos más específicos. Con "aspectos específicos" me refiero a aquellos que requieren que el lector les ponga mayor atención.

Retomemos el ejemplo de Leslie. Solo que en esta ocasión nos concentraremos en cómo y dónde conoce a Leónidas.

Cómo no deberías describir una escena de importancia en tu historia:

«La primera vez que Leslie conoció a Leónidas, ambos se encontraban en el palacio de la familia Flamhaff. Había entrado al gran salón dorado cuando sus ojos esmeralda se encontraron con los avellana de Leónidas, que la observaban desde la base de las escaleras principales. Leslie se sintió atraída de inmediato a aquel hombre de semblando circunspecto y misterioso, y una parte de ella, a su vez, se sintió nerviosa.»

Tal descripción puede darnos una idea de dónde estaban los protagonistas y cómo se sintió Leslie al mirar a su interés amoroso por primera vez. Pero le falta fuerza e impacto.

Cómo sí deberías hacerlo:

«El gran salón del palacio de los Flamhaff se encontraba tan iluminado aquella noche, que la luz de luna ni siquiera se dejaba entrever a través de las largas ventanas. Las paredes tan doradas como si hubieran sido levantadas en oro refulgían como si intentaran regalarle a Leslie un poco más de vitalidad.
Aun así, no se sintió impresionada ni siquiera por las extensas y coloridas obras de arte que decoraban el techo del cual guindaban decenas de lámparas de cristal que simulaban caer como cascada en aquel amplio salón.
Quizá lo que logró hacerle suspirar fueron las distintas fragancias de los invitados, una más exquisita que la anterior, y que invitaban a quedarse cerca. Los refinados vestidos y trajes destacaban tanto como la luz dorada que emanaba del techo, pero no tanto como el color avellana que llamó su atención de un momento a otro.
Un hombre que no había visto antes en aquel insignificante pueblo se encontraba cerca de las escaleras centrales, con un traje oscuro y un cabello negro que llevaba amarrado a la altura de su nuca. Aquellos guantes y botas tan negras como el carbón le asemejaban a un cuervo gigante. Excepto que los cuervos parecían emanar la muerte mientras que la mirada de aquel hombre solo exaltaba vida, y su atracción era tan poderosa como la de un millar de imanes juntos. En ese momento Leslie sintió su cuerpo disgregarse de su mente para actuar por su cuenta, siguiendo el deseo que aquella misteriosa mirada avellana despedía.
Contuvo la respiración hasta que sintió su pecho doler y contraerse. Sin embargo, estaba muy ocupada sosteniéndole la mirada a aquel enigmático caballero, que, para el agrado de Leslie, tampoco dejó de observarla, ocasionándole un mar de sensaciones inconciliables e incoherentes. Y, con una sonrisa, se sintió por primera vez en control de sus acciones, de su cuerpo, y de sus sentimientos.»

En resumen...

Las descripciones son los recursos que ayudarán a tu novela a convertirse en algo inolvidable para quien abra tu libro. Es lo que puede hacer que tu historia cobra vida y que permite transmitir emociones a tus lectores.

Para mejorar las descripciones de tus novelas solo tienes que recordar:

- Ser pertinente: no describas por relleno, sino porque realmente tu trama lo amerita; tampoco te olvides de darle importancia a los momentos clave, las acciones importantes, la escenografía, y todo lo que motive a tu protagonista.

- No cuentes, muestra: las descripciones no se tratan de decirle al lector lo que sucede, sino de enseñárselo. Consiste en transportarlo al momento y absorberlo de tal manera que necesite saber qué sucederá después.

- Utiliza los sentidos: pregúntate qué ve, siente, escucha, huele, y palpa tu personaje.

- De mayor a menor: recrea las cosas más grandes e inmediatas, hasta ir llegando a las más pequeñas.

Si te han servido estos tips, puedes hacérmelo saber en los comentarios o a través de mis redes sociales. Si quieres conocer otros consejos de escritura, haz clic aquí, y si te gustaría ver mis consejos vía YouTube, puedes hacer clic aquí. 😊

¡Que la inspiración siempre te acompañe!